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Gracias a Dios que tenemos a las panaderias abriendo, aún… — septiembre 25, 2015

Gracias a Dios que tenemos a las panaderias abriendo, aún…

La mujer con la cara ennegrecida por un rayo laser alien fue abducida al interior de la montaña donde vive un viejo y anciano brujo que hace transplantes de recuerdos.

No lo intentes con el antiguo anciano del Uritorco viviendo debajo de la mansa y blanca piedra, podria llevarse tu corazón a otro planeta y dejarte pensando con tus músculos, tus piernas y tu entrepierna en una tierra triste, podría dejar tus manos reposando impotentes en un pan agrio y sin cocer, gusanos saliendo de tu nariz, y el mar reclamandote el perdon de los malditos con cada gota hinchandose en tus flacas venas.

Tengo una receta para el transplante de recuerdos, me funciona muy bien en este momento mientras yazgo aqui con mis pantalones manchados y un cigarrillo barato al costado: no duermas esta noche (debe ser demasiado tarde). No perfumes la habitacion, no rocies con alcanfor la almohada como Freud, abrí las ventanas un poco, dejalas que se batan con el viento. Sacá la cabeza por alguna ventana, escuchá la ciudad (son las 3:11 am, es una hora muerta, todo fue y nada será nunca mas). Prendete un tabaco, aspirá lentamente por la nariz. Comete una uña. Las panaderias abren a las 7. Ponete unos auriculares, sintonizá alguna radio alternativa de la izquierda del dial. Escuchá bajito. Hacete un té o un mate. No te duermas. No te olvides que todavia quedan en todo el mundo alrededor de unas 2500 ojivas nucleares. Si tenes un hongo en el pie, rascatelo muy fuerte hasta que sangre y silbá una melodia. Andate y grabalo en un walkman o en el windows media recorder, sacate la remera, ponete en tetas, sacate el pantalón y la bombacha, ponete una toalla alrededor de la cintura y una camisa de hombre, preferentemente de tu padre. Apagá el cigarrillo en el suelo, pisalo con el pié desnudo, aspira el aire de la noche y pensá en el Chaco profundo, en las turbinas sordas de los aviones, en encomiendas y en bares del country-side neocelandés. Levanta la colilla aun prendida del suelo, pitá una vez mas, volvela a apagar con el pié llagado. Toca la ceniza del suelo con la mano y olela, olé tus huesos, lamete los labios con la lengua como si fueras la hija impía de Uma Thurman mas un plus de descolocación mental y cósmica y entonces ponete la ceniza en la lengua. Cuando escuches aullar a un animal que parece salido despedido desde el corazon de las tinieblas de la noche empezá a recordar. Son las 3:17. Empezá de vuelta todo el proceso hasta las 7 y comprate media docena de facturas. No te arropes, no te arrepientas, no te arremangues. La idea del suicidio en tu cabeza está rebajada por la felicidad del Indec, no confies en ella. Pensá en conejitos de felpa, en cantantes con chamberguito, pensá en como duerme Tom Waits sabiendo que ya es mayor de edad, en Dora Carrington y sus tetas, en los insectos que se arrastran por tuneles de tendido electrico profundo inclusive mas abajo que los subterraneos de los subterraneos. Pensá en cometas, en que estas hecha de polvo de estrellas, de polvo, hecha polvo, que te van a echar un polvo y que algun dia un viento fuerte va a soplar el polvo de lo que eras hacia un Rio de la Plata Atómico que se va a dormir en cromo y en la crema de siete billones de discos compactos de Raphael derretidos en una sábana mortuoria sobre la ultima semilla trascendental de la vida.

Las panaderias abren a las 7.

Te amo, Buenos Aires — septiembre 13, 2015

Te amo, Buenos Aires

Buenos Aires
yo te adoro con tu violencia sodomizante
con tus chicas flacas de mollera
y con tus rubiones mozuelos parlanchines de entrecasa
yo te adoro Buenos Aires
aqui vive mi madre y las cenizas de mi padre muerto
te adoro por tus mil y un cafetines que nunca he visitado
y por esto tambien te adoro
muero por necio y por amante
nadie sabe que te adoro tanto como a ella
no se los digas a ella, callate, dame respiro a esta cumbia insana
te adoro Buenos Aires porque mis pocos amigos han caido bajo tu espada de Damocles
partidos por la demencia y el fuego de la alegria concomitante a el placer del delirio
adoro porque en tus calle europeizadas hay un tufo a catafalco
porque en tus calles hay baches y malandras y drogadictos y putas
y hay mujeres inclusive que suspiran cada diez años a por un Don Juan de pacotilla
te adoro porque en cada vereda se esconde con una daga en la bombacha la concha de la muerte
porque puedo pasar por un kiosko y comprarme un chicle globo
de setenta y cinco centavos para mis muelas inexistentes cuando mi viejo sabía a los dos
años que por su poliomielitis el padre y la madre debian ochenta pesos en 1938
te adoro porque cuando piso una baldosa rota me sonrío cuando entra el agua por mi zapatilla rota
por tu calma los domingos cuando yo pienso que mi corazon se ha muerto y duele
inmediatamente y te adoro porque tus mujeres huelen a frescura y a alma de detergente
y mendrugos de sanía y decencia, te adoro porque en cada rincón hay una llave de paso
de agua completamente destrozada que crea lluvia donde no deberia haberla, te adoro porque a cinco
minutos de cada vergel hay una villa donde alguien está soñando con entrar a mi casa
a ver de que la van mis libros mis cedés mi alma putrefacta y la suspensión de la mia vita
te amo por estas cosas y por estas otras cosas que enumero con fidedigna paciencia
de espalda quebrada, te amo y te adoro y te imploro que nunca cambies y que nunca te duermas y
que si algun dia alguien quiere invadirte te oiga gemir como un badoneon en llamas
mientras transan con la demolición de Estigia de las mateadas lentas y cansinas en Palermo
en el Abasto, entre la droga y el tufo de la muerte y la perdición de todas las edades
te amo, te adoro Buenos Aires, nunca dejes de prometerme un café caliente como el
que tomé parsimoniosa y perdidamente con mi tio hace solo algunos años atrás
cuida a mi padre y mis hermanos, no te perviertas demasiado, solo un poco, para
poder verme con ese ojo gringo verde de ley que te acamala entre las nubes del paraiso,
Edén Perdido, amor mio, nunca me dejes ni siquiera esta noche que deberia estar muerto
por los sonidos de mi mente bombardeada por la culpa de vivir sin más y por la sangre
confundida que habita estos antebrazos atrevidos y rompehuevos, y mi escroto inflamado por
la soledad aberrante que me come como un Cáncer, no me lamas tan malita, solo contenéme y
dame de pacer en este realmo de dolor que habito insurgente y pacientemente,
te amo Buenos aires,
nunca me dejes esta noche que yo deberá morir
hagamos las paces que no me quiero ir a ningun lado, si nadie me quiso como vos, si el techo
de chapa de mi madre lloraba a las cuatro de la mañana en 1977 sorbeteando los liquidos del
cielo que te contiene en una burbuja mefistofélica de pizzicatos de violines y contrabajos,
si Dios existe, si los dioses menores imploran tu presencia si Barack Obama me chupa la pija
y Chavez no valía un mango y todos los complots para destruirte fueron echados al
Rio de la Plata con unas palmaditas en el hombro con gran paciencia y hasta un abrazo
al Beresford ese, decime, no hay una chance para mi tambien con mis jarreteras piruchas
incapaces de no donarte un riñon con un setenta por ciento de descuento y una fervorosa
sonrisa que le patearia el culo a la calle a la Parka cuando todo esté perdido,
amor mio, cosita toda rota niña hermosa de los ojos como el musgo, amor del sentido
de las emociones tierra de los suspirados entre los ancianos edificios, amor mio
Terra Cresta  de mis padres y de mis hijos algun dia, tierra de mi que me expulsás con un
escupitajo en el medio de mi frente marcada a tajazos como un pauperrimo Anticristo
bella, dulce, agridulce tierra sin papas instantaneas para los famélicos del orto y los condenados, amada mia, querida, amada, tan terruñada y que te lloro hasta el hartazgo de los mas hermosos orgasmos,
esta noche que yo debiera morir, Buenos Aires?